España ante el reto de la innovación

La innovación ya no es una opción, sino una necesidad vital para el desarrollo económico de cualquier país avanzado. Y España, pese a su potencial, se enfrenta a un desafío crítico: está muy por debajo de su capacidad de innovación en relación con su nivel de renta per cápita.

Según un informe elaborado por la Fundación José Manuel Entrecanales en colaboración con McKinsey & Company, España ocupa una de las últimas posiciones en innovación entre los países de su entorno económico.

¿Pero estamos a tiempo de revertir la situación? La respuesta es sí. Y aquí te contamos cómo.

¿Por qué España no lidera en innovación?

A pesar del aumento del gasto público en I+D en los últimos años, la innovación en España sigue atrasada frente a países como Suecia, Alemania o Finlandia. Algunas de las causas clave identificadas son:

  • Un tejido empresarial dominado por sectores poco intensivos en I+D como el turismo y la construcción.

  • Un ecosistema académico desvinculado del mundo empresarial.

  • Una escasa cultura emprendedora y falta de capital humano técnico con mentalidad empresarial.

  • Inversión pública en innovación poco eficiente, mal enfocada y fragmentada.

¿Qué podemos hacer? 

Herramientas como Odoo y Sage 200, ampliamente utilizadas por PYMEs en España, son ejemplos de cómo la tecnología puede ayudar a escalar y profesionalizar empresas. Estos sistemas de gestión integrados permiten automatizar procesos, mejorar la eficiencia y facilitar la toma de decisiones estratégicas, impulsando así una cultura más innovadora y orientada al crecimiento.

Pero la tecnología, por sí sola, no es suficiente. España necesita transformar su modelo económico y productivo en varias dimensiones.  A continuación, presentamos los cuatro primeros pasos para avanzar en esa transformación.

1. Reforzar el tejido empresarial

La economía española necesita más empresas innovadoras, competitivas y de mayor tamaño. ¿Cómo lograrlo?

  • Atraer multinacionales de alta intensidad en I+D, siguiendo modelos de éxito como Irlanda o Singapur.

  • Fomentar la concentración de PYMEs para alcanzar masa crítica, profesionalización e internacionalización.

  • Mejorar el entorno regulatorio y competitivo, eliminando trabas e incentivando la inversión en innovación.

2. Acercar universidad y empresa

España necesita derribar el muro entre la academia y el mundo productivo. Algunas propuestas:

  • Reformar el modelo de gobernanza universitaria para incluir a empresas en los órganos rectores.
  • Introducir incentivos para que el profesorado colabore con el sector privado.
  •  Crear programas de co-localización universidad-empresa y fomentar los “spin-offs”.

3. Facilitar el acceso al talento y a la financiación

Las ideas necesitan personas y recursos. Para ello, se recomienda:

  • Fomentar la cultura emprendedora desde la educación primaria hasta la universidad.

  • Atraer talento internacional con incentivos fiscales y procesos simplificados.

  • Impulsar la creación de fondos de capital semilla y fundaciones privadas con beneficios fiscales.

  • Eliminar las trabas burocráticas para crear empresas. Hoy en España aún se necesitan 47 días y más de 1.000€ para ello.

4. Hacer más efectiva la inversión pública

Invertir más no siempre significa invertir mejor. Para mejorar el impacto de los fondos públicos se sugiere:

  • Redirigir la inversión pública hacia proyectos ejecutados por empresas.

  • Crear agencias públicas más profesionales, con enfoque en resultados y personal cualificado.

  • Priorizar y concentrar recursos en polos de innovación con masa crítica suficiente, evitando la dispersión territorial.

Pasar del potencial a la acción

La buena noticia es que ya existen referentes internacionales y casos de éxito en nuestro propio país. Pero no podemos seguir confiando únicamente en el esfuerzo público: la innovación debe convertirse en una tarea colectiva que implique a gobiernos, empresas, universidades, inversores y a la sociedad civil.

En este camino, muchas empresas españolas ya están dando pasos firmes. El uso de plataformas como Odoo o Sage, que facilitamos desde RRM Consultoría para impulsar la digitalización y profesionalización de procesos empresariales, demuestra que la tecnología puede ser una palanca real de cambio. Escalar estas soluciones puede marcar la diferencia entre una economía estancada y una que lidera en innovación.

Solicita un análisis personalizado con el equipo de RRM Consultoría y da el primer paso para convertir tu empresa en motor de innovación y competitividad.

Héctor Gómez - Responsable de programación y consultor de Sage

Héctor Gómez es responsable de programación y consultor de Sage con amplia experiencia en soluciones tecnológicas para la gestión empresarial. Especialista en almacenes, fabricación, contabilidad y finanzas, ha liderado equipos en proyectos complejos, diseñando soluciones a medida que optimizan procesos y mejoran la rentabilidad.  

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